que nació en llamas
y trajo el sol
en sus manos.
Una grieta roja,
una incisión delicada
la hizo nardo y fluorescente.
Era el cascabel redondo
que pendía de los gatos.
Era el libro caído
abierto del medio.
Encerrada, era la raíz
tuberosa, aromática,
el ántrax divino
y la resaca.
Por eso se fue volando
y no se hizo humo
sino espora
y no se fue más natural
como sus geranios,
sino grave
y se volvió sintética,
fue el altoparlante de un supermercado.
Yo la vi
registrándose a sí misma,
empaquetada, ya ida y vuelta
su cuerpo
aún no cabía en ella.
Entonces se desbando
Sola era una muchedumbre,
No la volví a ver... pero al menos sí a escribir.
(cuadro: Schiele)
3 comentarios:
En lo particular me parecio bastante fuerte, abrupta. Me gusto mucho =).
Una entrada muy interesante, poderosa, saludos
Un poema fuerte, me gusta el ritmo de los versos, me refiero a la cadencia en tu escritura. Excelente, besos
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