sábado, 12 de noviembre de 2011

Escena de noche.

Durmió el perfil cuchillo
sus manos tensas
y el cabello perdido

Sus pasos a la ducha
la atmósfera precipitada
cae
Tenían un sonido cerrado
sus ojos en la luna
y en el NO tarareaba
una canción de gatos

Su inconsciencia reconocía el espacio
y sus maullidos mojados
flotaban como globos verdes
Encendió su hoja rasa
y la vi hacerse
mecanismo de ecos
gotera, garúa, tormenta
Y ella volvía húmeda
mordiendo sus alucinaciones,
sus dientes púbicos
destrozaban el entarimado
Cuando quise levantarme
estaba doblado
caí al piso como un cinco romano
tieso, me sacudía
hacía el sonido seco de los tambores
al borde de la demolición
cerré los ojos
para compartir su pesadilla.


(cuadro: Delacroix)

lunes, 26 de septiembre de 2011

uhm...

Isabel dijo: Si tuvieras un libro de reclamaciones ya estaría lleno

jueves, 15 de septiembre de 2011

Tejer la oscuridad

Canción oscura
tu aroma sólido me atraviesa
soy la gota roja que pende del hilo
la ola que nace en la espina
el maremoto del otro lado del planeta
vengo cancelando un millón de universos paralelos
donde hubiera sido Dios o Rey
por ahora me conformo
soy el río canino desbocado
en mis dientes traigo los ojos de Edipo
y me navego sobre el cadáver de mi madre
porque estoy desasido de ustedes
e inundado
ladro los números del miedo
666
hicieron bien en asustar a sus hijos
en darles calmantes en el desayuno
se avecina una tormenta
los alisos suenan a caballos
volveré con el trono de azufre sobre la cabeza
vendré en jaurías equivalentes
a cada sacrificio desde el primer día humano
las masas se comprimen hacia su propio núcleo
una acronicta noctívaga sobrevuela
mi dulzura abierta
soy la función de la candela
ahora que el aire está rojo
me abro, soy el ave flamígera
que ponía de rodillas a sus abuelos
escupo hiel sobre vosotros
porque los amo.
Canción oscura
he plantado mi coto
en tu lupanar
saltan nuestras polillas
quisiera llorar pero estamos de cacería
estoy confrontado
Ea... buda:
Ahora que tiendo a cero
¿qué me dices de aquellos que se odian porque nacieron enamorados de si mismo?


(cuadro: Paul Delvaux)

domingo, 4 de septiembre de 2011

Animal de una semana


El aire recoge el cabello
y lo hace pastizal
de ahí nacieron las piedras aullantes
y sus ojos, vidrio dorado
el sol
y la chica marina bajan la cuesta
ella terriblemente atada a la tierra
de ahí sus huellas
nosotros
que hemos inventado la muerte
estamos que ardemos de frio.

Mientras, plateada y pendiente
kilómetros de roca dormida
en la profundidad de un rio rojo
escriben un letrero
en idioma antiguo:
aquí duerme el diablo
yo le sonrío a mi halcón peregrino
montañés sublime
su pico criminal
es lo mismo que sus alas abiertas
somos aves de mal agüero
                                       Descansamos

Hay que dejar fluir a las nubes
lluvia recogida;
he traído el virus
mi aroma se propaga
como hierba mala.
aquí se abre nuestra ascendencia
para devorarla
a trescientos sesenta grados
todo es nuestro
cassini
mañana seremos cenizas


 (cuadro: Puvis de Chavannes)

miércoles, 17 de agosto de 2011

Canis canem edit

Mi nariz tosía sus ojos, sus ventanas
y la veía sincopada
en blanco y negro
era el vals del camino
Su silbido viaja como vaho
sus gotas coladas
son el fuego húmedo
el castigo.

Ella tenía un árbol raído
por coartada
y yo, el drama patibulario,
era el criminal
"el que mordió la mano amiga"

Y con sus dedos en mis dientes
Ella aún silbaba

Solté lo que había atesorado
a mitad del camino
quedé varado
No había planificado la huida
por eso no me buscó.
No había necesidad
era la culpa al acecho
como cuando desconoció
mis artimañas
de amo del lupanar
y soltó sus trompetas
para asediarme

Había luna llena
Me inclinó a la playa
estaba enorme como una jauría
se afilaba desde la retirada
y en la orilla
                 me quedé dormido.


(cuadro: Henry Rousseau )

jueves, 28 de julio de 2011

Apaga la luz.

Últimamente paso por ese cuarto y ya no me escose el escalofrío, ni el temblor mamífero que me lamía los muslos y retorcía la barriga.
Si estuvieras aquí, conmigo, te alegraría saber que no volví a pintar la puerta
Decidí concederte ese espacio
A pesar que ya no me celas
Mi amazona

Anoche soñé contigo
Tu desesperación acústica, nosotros y el eco
                                                              solos.
Eras la bestia totémica que ahí soltabas para darme caza.
Yo tambor o vibración diabólica
También bóvido, no macho cabrío
Sino presa y músculos calientes
Y tus dientes acerados, otra luna húmeda y atrapada

Por eso, al despertar, fui al jardín a desenterrar tus cuchillos.
Que fueron mis cuchillos también.
Ya exhumados parecían criaturas dormidas
Imagino, desde el exilio, soplaban arena hacia mi habitación
De ahí el olor ferroso de los últimos meses
Nuestras dagas celestes, ahora musgo salado
Medí sus filos contra el grosor de la puerta
Las once líneas estaban iguales
Y los mangos aún olían a ese perfume que tantas alergias me había causado
El tiempo es una tormenta que no sosiega
Yo te debo un trono o un coto de caza
Lastima que no haya Dios ni justicia

Ahora entiendo:
la creación es la sucesión de un acto destructivo.


(cuadro: Ensor)

martes, 26 de julio de 2011

Nos veremos en el infierno, nena.




domingo, 10 de julio de 2011

Soy empático a Errol Flynn

Mi corazón es un rock and roll y un Formula 1.
Esta época es tuya; mío el zenit.
Algún día tendrás una imagen dorada
al pie de mi nombre.
Y a pesar mío que sigo romántico,
me volvieron guardia y bandolero
por eso estoy extraviado.

A mí, también, me gustan los pianos
lástima que los deshago
incluso con los dedos.
Alguien me llama
desde el nadir del planeta.
Pasa que, la noche está desdibujada.
Esta temporada,
la luna se queda en mi cuarto.

miércoles, 15 de junio de 2011

La otra María

Esa María era la mujer
que nació en llamas
y trajo el sol
en sus manos.
Una grieta roja,
una incisión delicada
la hizo nardo y fluorescente.
Era el cascabel redondo
que pendía de los gatos.
Era el libro caído 
abierto del medio.
Encerrada, era la raíz
tuberosa, aromática,
el ántrax divino
y la resaca.
Por eso se fue volando
y no se hizo humo
sino espora
y no se fue más natural
como sus geranios,
sino grave
y se volvió sintética,
fue el altoparlante de un supermercado.
Yo la vi
registrándose a sí misma,
empaquetada, ya ida y vuelta
su cuerpo
aún no cabía en ella.
Entonces se desbando

Sola era una muchedumbre,

No la volví a ver... pero al menos sí a escribir.

(cuadro: Schiele)

lunes, 13 de junio de 2011

Un fragmento de una novela que comencé a escribir hace algún tiempo... disculpen las soesidades y el mal estilo

No morir, no enloquecer

1.

Los inviernos suelen gustarme mucho, y mantengo –entonces- el espíritu tranquilo y dispuesto al amor y la paz; a perdonar y a pedir disculpas; a apreciar la belleza de las hojas secas y los jardines desflorados; a procurarme todo el calor humano posible. En cambio, el verano me irrita, me encoleriza y me convierte en un hombre solitario, en un animal descorazonado. Son las mismas calles, las mismas voces, pero algo se siente distinto y es más que el clima, más que la necesidad de usar shorts y mangas cortas. Es un aliento que viaja en el aire. Es una especie de humor hediondo que emerge de nosotros, que cubre por doquier a toda la gente. Soy yo, odio el verano; me pone mal desde niño.

El aire caliente de la noche me mantiene lejos de las calles. Llegué a mi cuarto cansado y con sed. No  tenía con quien emborracharme. No era que estuviese falto de amigos, sino que simplemente no podía soportarme ni a mi mismo. Por estos días, a las ocho de la noche (más o menos) me atormento a mi mismo recapitulando el día. Las voces vienen atropelladas de nuevo, y no se si mi conciencia, algún dios olvidado y vengativo, o el mismo diablo se están ensañando odiosamente conmigo. Pero así sucede y no es cómodo.

No es como prender la grabadora y play. Por el contrario, yo puedo estar tranquilamente en el carro, en mi cuarto rascándome las pelotas, mirando la tele o leyendo un libro y comienza un murmullo, luego es una palabra, después una frase, una discusión. Como un globo o una vena obstruida, me voy hinchando y no hay como reventar.

Me senté sobre la cama y traté de apagar esa orquesta infernal con la televisión, un juego en computadora, lo que sea. Pero, ahí estaban todos. Estaba mi chica amenazándome, ‘si me eres infiel nuevamente, te arranco los huevos’; yo reclamándome mi flojera y falta de compromiso con mi proyecto de vida (porque tengo uno), o mi adicción al cigarro. Todo lo que no quería volver a escuchar, se me venia a la cabeza de golpe. Estoy acostumbrado a llevarme mal con mis propias ideas, pero estas temporadas me resultan insufribles. Me sucede que comienzo a odiarme, y con motivos.

Otro motivo para odiarme es que desde que tengo uso de razón quiero ser escritor (aunque mi primera opción fue la pintura), crear un gran libro y demostrarme a mi mismo la ‘maldita cosa para la que valgo’. Y no uno modesto y autoexploratorio, sino quiero criar una bestia con las glándulas suficientes como para acabar con la ciudad. Y, hasta el día de hoy siento que he desperdiciado mi talento en algunos poemas amanerados de los que me avergüenzo, en cartas de reconciliación, y una que otra pequeñez escrita sin interés ni corazón. Me encuentro contrariado; de un lado de la acera mi yo, que como un Godzilla, quiere echar abajo los edificios más grandes de la ciudad; en mi anverso, mirando el techo o buscando un lugar tranquilo para disfrutar un cigarro, huyo del gigante encabronado que pretende tumbarlo todo. Estoy contrariado porque soy naturalmente flojo y quiero que enturbiar el camino a las futuras generaciones. Me siento en edad de comenzar mi venganza contra el mundo y mi desidia. Me siento listo para iniciar mi primera gran historia. Me siento preparado para ser la otra piedra del alud. Porque, la vida es corta y crecí para la literatura; que amamanto el soñador, el iluso, el alucinado que por momento busca huir de mi cuerpo. Porque, Las Mil y una Noches, Miller, Charles, Baudelaire, Jara, Adan, Vallejo, Fante, Kennedy, y muchos otros dejaron un río de sangre para ver mi camino cuesta abajo… Necesito hacer algo grandioso, algo que me aleje de esta proterva costumbre de quedarme dormido siempre que empiezo algo.
Comencé así:

Vuelos y Caídas.

Hace algunos meses vi una chica tirarse de la ventana del bus. Para variar, ese día discutí con Ana.

Estaba en el asiento trasero para el lado de la ventana con mi reproductor de música encendido, tratando de olvidar el dolor causado. El aire delicioso de mayo se llevaba mi zafiedad, se proyectaba sobre mi rostro y desaparecía tras mis orejas, el pelo me revoloteaba y eso me hacia sentir bien nuevamente. Saqué el reproductor de mi bolsillo. El momento iba a ser perfecto. Hasta me parecía una probabilidad olvidar que me habían querido joder la noche. Pero, cuando lo prendí, el maldito auricular izquierdo no sonaba; traté de acomodar el cable. Luego de ajustar un buen rato, al fin salieron los tímidos gritos, trozos de batería y guitarras disparados por los pequeños agujeros negros que apuntaban mi tímpano; sonreí complacido.
Deje mi cabeza apoyada a la ventana todo el camino. Los baches me remecían los sesos y aunque por momentos me golpeaba el cráneo me parecía divertido y la estaba pasando bien.

Entonces subió, era bella: lacia, delgada, morena. Un bonito par de piernas sostenían un cuerpo curvilíneo y voluptuoso. Lamentablemente, su rostro tenía un ligero parecido al de mi ex. Eso me aterraba. La ventana que daba a su sitio estaba abierta de par en par, era invierno, y yo celaba que no la cierre. La dejo abierta. Parecía que el aire no le incomodaba.
La noche perfecta, pensé. Así que, me asegure de configurar el reproductor con un álbum de Dogs d’ Amour para disfrutar el viaje. Y de repente se aventó como una lanza hacia la pista. No me imagino en que habría estado pensado. Simplemente de un momento a otro la chica morena estaba con los pies y las manos sobre la ventana, y al instante proyectándose hacia el piso, como una bandada de palomas heridas. Cayó en seco, de pecho. Un fino hilo de sangre surcaba su mejilla, teñía sus labios dorados y le pintaba los cabellos de un color rojizo. El ambiente quedó regado con un aroma hemoptoico.

El mismo corazón del mundo parecía latir ahí -en ese punto rojo-  y después que caíste media parte de la ciudad me quedo oliendo a sangre. El alumbrado público iluminaba hermosamente tu silueta. Estabas boca abajo, mordiendo el suelo. Me quede con esa imagen tuya, el blue jean ajustando tu cuerpo torneado, tu espalda doblada como un maretazo, tus manos asidas a la ventana como prensas, y la mitad de tus pies al borde de la cuerda floja... me quede con este recuerdo; la tensión de tus músculos antes de la caída. Y luego volteaste, no entendí el mensaje, te lo juro. También, recuerdo tus ojos. Te habías inundado por dentro. Y yo no tengo instinto de bombero, ni salvavidas. Entonces te deje saltar, para verte caer.



2.

Me levante de la computadora, porque vi que me estaba poniendo triste y llame a Fernanda. Quiere ser secretaria ejecutiva y tiene los senos preciosos y la boca carnosa, pero el trasero reducido. Igual necesitaba alegrarme; y nunca me cuesta mucho llevármela a la cama. Además, por suerte, estudia unas cuadras de mi cuarto. Me trate de peinar y fui caminando.

La espere algo de diez minutos. Siempre salía a las diez, pero ese día demoro un poco más de lo normal. No me gusta esperar mucho, y di media vuelta haciéndome la idea que sería otra noche aburrida. Entonces, tapándome los ojos con sus manos, se colgó de mi espalda. Pedí un par de vinos, para tomarlos en mi cuarto. Comenzó a hablarme sobre su instituto, y no se que estupidez que decía o hacia su amiga, o que ella hacia frente a su amiga o que sus amigas estaban decididas en no contarle a ella… en fin, no le preste mucha atención.

La verdad es que se (al menos eso creo) que con ella no podría pasar nada interesante además de sexo. Entonces fui sincero, y le dije para qué la había buscado y porque me había dado el trabajo de comprar los vinos. Al parecer, Fernanda aprecia mucho la sinceridad. Ese día se desato, nunca volvimos a tirar así. Me mordía el labio superior cuando se la metía; y lamía mi mentón, mis mejillas, mis ojos. Sentí que abrió su corazón tanto como su culo. Lastima que yo estaba triste. Y la única manera como podía corresponderle el gesto era palmoteándole furioso las nalgas, me hacia sentir bien. Mi cuarto no tiene cortinas y alguien estuvo observándonos desde el condominio del frente. Le dije: alguien, además de mí, esta disfrutando tu trasero esta noche. Se excitó más y volteaba la cabeza para decir ‘rico’ y mostrarme como se mordía el labio. Se la metía iracundo mientras una de mis manos se enredaba en sus cabellos, la otra le enrojecía el dorado culo y ella se cogía de la cabecera. La sombra continuaba –seguramente- disfrutando más que yo ese polvo. Estuvimos así, hasta que, luego de un rato sus gemidos se aceleraron, le comenzaron a temblar las nalgas, los dedos de sus pies se ajustaron para atrás, su vagina, como un corazón herido, comenzó a palpitar, y me trató de apartar de su lado. Yo la tenía en cuatro, mía y vulnerable, y estaba caliente.

La  así con fuerza para que me dejara corrérmela dentro. Se le remeció el culo de nuevo y después de hacerla mojar la hice dormir a mi lado. No era que el polvo hubiese sido malo, Fernanda tiraba bastante bien para sus 21 años, pero aun así me sentía ausente. La hice despertar cambiamos la sabana y la embarque en el paradero. Volví con una cajetilla de Camel pensado escribir sobre eso. Pero no podía, porque hasta hace unos días, tenía una enamorada paranoica que revisaba mis cosas, buscando las pruebas a corazonadas y señales imaginarias, que pretendía hacerme ver –y que creía- le demostraría mi infidelidad. Sólo me senté en mi cama y trate de pensar en las bonitas tetas que había cogido. De repente, se me vino el discurso que  Ana me había dado un día antes y nuevamente mi cabeza era la concha acústica del infierno.

-Nunca vas a entenderme Luís. Tu preocupación solo eres tu, y tu y tu… y yo estoy harta de eso. Sabes, no solo eres un egoísta de mierda; sino también eres un imbecil. No vas a encontrar alguien que te quiera como yo. Cualquier mujer que te conozca te va a agarrar de idiota. Eres un falto de afecto,  ridículo, renegón. No se porque pierdo el tiempo contigo.
-Ya para la boca, cansas.
-Es verdad. ¿Acaso estoy mintiendo? Pero esta vez si te jodiste. Ni loca vuelvo contigo. Pobre tu madre, el hijo que le ha tocado.
-Córtala… ok.
-No Luís, te jodiste. Ahora, no voy a callarme. Vamos a conversar largo y tendido. Te jodiste... Tú me cagaste la noche, ahora yo te cago a ti. Te voy a joder hasta que me canse, lo siento. Numero uno, estoy harta que me hagas llorar. Solucióname eso: Desde que estamos juntos  la pasó mal. ¿Sabes que siento?
-No…
-Siento que ni siquiera quieres escucharme. Siento que no te importa lo mas mínimo esta conversación. Carajo di algo, deja de contestarme con palabras: Si, No, Córtala… Me tienes jodida huevón. Encima, estoy tratando de solucionar las cosas y como siempre. tu egoísmo puede más.
-Hey, acabas de decir “ni loca vuelvo contigo”. Decídete.
-De eso te hablo… no tienes corazón. ¿A ti te ha faltado cariño de niño? ¿Qué te falta? Cuando me pides algo, ¿acaso no estoy ahí? De cólera puedo decir cualquier tontería.
- …Es cierto.
- ¿Te da igual no? Eso es lo que me llega. Te da igual. No pongas esa cara de idiota. Me llega si te aburro.
-Ya mira mejor te vas a tu casa. Descansas y mañana hablamos. ¿Te parece?
-No mierda, no. No me muevo de acá si no solucionamos nuestros problemas. Ahora se me antoja arreglar las cosas. Claro, eso es lo que quieres. Que me largue. Quieres que me vaya para hacer tus perradas. Sabes que mejor me largo. Quédate solo, jódete. No me llames a mi casa… Nunca vas a cambiar. Tres años de mi vida, perdidos. Que otra te aguante.
-De donde sacas otra al tema. Dale cálmate.
-No. Me largo. Eres un inconciente. Vete a la mierda Luís.
-No te vas a ir así. Estas llorando. Abrázame, por favor.
-No. Déjame ir o grito. ¡Suéltame, suéltame!
-Ya. Vete mejor. Escandalosa del demonio.
-¿Te jodo? Ah, ahora me quedo. Te gusta hacerme llorar, eso es lo que pasa. Estas enfermo. Deberías ir a un sicólogo.
-Ana ¿Ya? No, no me gusta verte llorar. Somos distintos, eso pasa. Peleamos por cosas insignificantes. Por el demonio que me tienes harto de tu histeria. La mínima razón es suficiente para que te alteres y comiences a sacarme en cara, todo.
-No Luís, no es así; tú eres el que me busca. Me provocas, y yo cojuda piso el palito. Te gusta pelear, enfermo.
-No me digas así. Ya, tranquilízate.
-No no me voy a callar. Eres un enfermo…
-Maldita sea, cállate cojuda.
-Noooo. Encima que me haces llorar, me insultas. Soy mucha cosa para ti. Me largo y ahora si no me atajes.

Ana no es una chica mala. Podría decir que es la mejor mujer que he conocido. También, que es la persona que más me ha amado y ha quien más he amado; hasta el momento. Cuando estábamos bien, era cariñosa, me ordenaba el cuarto, me armaba una agenda, procuraba que mantuviera mis horarios de comida. Tirábamos bastante bien, además. Ella completaba esa parte mía que no puedo ser, realista, listo, decidido. Cuando estaba serena, me hacia bien. Pero tiene un problema: No sabe controlar su ira.
No recuerdo bien porque habíamos peleado, tampoco importaba. Solo volvió la peor parte de la discusión y como un rayo me aplasto la cabeza. Por lo general nuestras peleas comienzan como ligeras discrepancias y terminan como el Apocalipsis. Pero siempre son de las conversaciones que no quisiera volver a escuchar.
Si pudiese, hubiera sido el chico perfecto, que tanto me pedía que fuera, porque se lo merecía. Pero ella no deja de tener razón: solo soy un huevón que no deja de pensar en si mismo. Ahora que no esta conmigo la comienzo a extrañar.

Probablemente tenga razón, debo estar enfermo de la cabeza. Pero, con el tiempo me he acostumbrado a mi propio infierno. Pienso que es mejor estar así, que no estar. La vida ya es un logro… no es un cliché. Sobrevivir a la vorágine de los días, las personas, las conversaciones, los sueños no es cosa simple. Algunos ex amigos míos se han suicidados, y a algunos otros los mataría de buena gana. A eso me refiero, a la persistencia de la muerte, desde nuestra comida hasta nuestras habitaciones, casi todo nuestro alrededor esta muerto. Nosotros somos como flores de raíz púrpura, en el pantano.

domingo, 5 de junio de 2011

No es un rock and roll

Borrachos chocamos las paredes,
somos lanchas prendidas
que surcan los muros distantes
de sendos cuerpos humanos.
Somos los arboles del desierto,
el alma nocturna que
hace aullar a los lobos
y llorar a las mujeres.
Somos puros
como dioses recién caídos
y nuestros ojos disparan aureolas purpuras
sobre las cabezas.

¿Aquella nube rosa era nuestra,
o estábamos alucinando?
Tus iris están agrios
la luna toca sus paredes
y tú lates detrás
inventada para el sexo y la muerte.
Eres la ninfa naranja
que deshojaba margaritas en la madrugada.
Recuerdo haberte visto
mientras una cadena de cadáveres
alumbraba tu paso
como luciérnagas grises.
Recuerdo haberte olido
como se percibe el vuelo de las gaviotas.
Recuerdo haberte lamido el año pasado
la leche tibia, tus pezones.

Fuimos hieródulos de dioses extraviados
                                                             entre las estaciones
de ahí la extensión de tus sentimientos
y tu distancia infinita a mi memoria.
Y el aroma de tu cuerpo viene
como las imágenes de los libros,
como la pus del tiempo,
como tierra negra,
y renacemos
del ababol.
Somos el árbol podrido.
Somos la fe iconoclasta,
el odio del prójimo,
la conjura del blasfemo,
los labios del protervo,
la dimensión de la zafiedad,
y el color de los rubíes
en la mañana.

Mi amor
ara la noche,
para desprender los reptiles,
entonces
es el paladín infinito
en cruzada mortal contra ti:
enemiga mía.
Mi amor te acoraza
en una crepitación que se apoca,
en torno nuestro
algo está muriendo
y nos pertenecía.
Hemos de llorar mañana,
lo que se ha ido
era el sonido futuro
el incendio de los mediodías.
y el fluir de nuestros océanos;
                                            hacia una tierra olvidada




 (cuadro: Rembrandt)
 

 

 

miércoles, 1 de junio de 2011

Misfits - Helena

domingo, 29 de mayo de 2011

...

Primero asegúrate de tener una vida lo suficientemente interesante.
Sino, consigue amigos, emborráchate con ellos; sé Judas, sé Jesús, sé Mahoma, sé Buda (aprende de los mejores), deidifícate, siempre es buen momento para empezar, nadie compra un libro para leer historias endebles (bueno, a veces si); también puedes probar con abandonarlo todo, la soledad es madre de los peores vicios; los vicios te enloquecen y la locura crea, entonces pierde el juicio más a menudo. Mientras tanto, consigue chicas, nunca dejes de hacerlo, de todo tipo, no seas exquisito; tu musa puede estar donde sea; pero ella puede esperar, en cambio la experiencia te hace complejo y simple, además, nadie como ellas para hacerte más sensible. A menos que seas mitómano, cuando escribas se honesto; no mientas, al menos no tanto; escribe sobre lugares que conozcas, y tómate tu tiempo en las descripciones; haz como si pintases eso. Cuando escribas, comienza por donde querías acabar la historia, en primera instancia se instintivo, escarba tu subconsciente, mantente impredecible, recuerda que cada personaje es un planeta, no seas plano ni egocéntrico.
Espero te sirva, aunque a veces también funciona todo lo contrario.


(música: Black Keys - Unknown Brother)

Oración por mi alma

Aunque a primera impresión parezca vital, alegre y optimista, es una treta, una mascara o un uniforme deliberado que me mantiene a distancia de las multitudes. Y no es que tema a las multitudes, a mi es a quien temo. 
Para no perder el color natural, opaco mis entrañas con Winston. Y armo naves grises desde donde parto. En algún lugar hay un sol de girasoles que me aguarda, y una nube de gladiolos y una constelación reservada. Pero últimamente, estas veinticuatro horas, que componen el día, me traen cansado y jodido.
Llevo una noche estrellada (como la de Van Gogh) en el corazón, qué me entorpece y endulza el viaje; llevo conmigo también un suicida que cela el momento, y un hombre justo que me atormenta por las noches. Desde los 11 todos los otoños salgo a mi ventana a saborear el clima. Aún no se me ocurre una muerte deslumbrante, y eso me mantiene vivo. Cuando nací, debí ser dos, o tres; pero no uno. De ahí que a veces no me reconozcan mis conocidos, y se alejen. O peor aún, de ahí que a veces yo no reconozca a mis conocidos, y me aleje.
Soy el cangrejo bicefalo que no solo retrocede, si no cada tres pasos toma el camino contrario. Soy el hombre que nació con el enemigo dentro. Soy el tipo que se despierta a mitad de un acto ajeno.¿Quién soy ahora? Soy la pregunta.
Y no es que sea alguien complejo, simplemente cuando nací, debí ser dos, o tres; no uno; para no ser este trance, en la forzosa obligación de completar estas frases que no me pertenecen, estafando al prójimo ejerciendo la vocación del contrario.
Entiendo como nadie el absurdo de la vida, la patraña de nuestras invenciones, podría explicar la construcción de la sociedad con palabras simples, sin citar a ningún erudito. Pero para mí sigo siendo el tipo que toma la posta cada tanto, la carne de las temporadas.
Lo único que nos concilia es el arte y una muerte forzosamente compartida.
Amén.

 (cuadro: Vincent Van Gogh)

viernes, 20 de mayo de 2011

“¡Escribe, maldito!. ¿Para qué coño más vales?”.
James Joyce

jueves, 19 de mayo de 2011

Empatía con Cronos

El cielo cae como una palma parda
sacas la lengua y el aire se siente dulce y tibio.
Ellas han puesto incienso en los pañales
mientras mordían los calientes culitos.

Estos niños que están dejando cuerpos mutuos
hubieran sido mi padre o mis hijos,
por eso, saben de la fealdad del mundo.

Zumben como estrellitas o colibríes,
entren a vivir en las paredes, si quieren
metan lengua en cuanta flor abierta
pero el mundo es mio
y las ventanas de los pardillos,
o aprendan a trinar, entonces,
pero no me pongan triste.

Yo comprendo al Tiempo
algún día estas criaturas van a matarme
mientras tanto mastico
y me muerden los dientes
es encarnizado
casi sonreiría mi protervia
pero estoy jodido
Cuanto silencio
aquel angelito que apago como vela
se ha comido un pardillo.
Ahora mismo, estoy llorando.

E Isabel grita horrorizada:
¡qué mierda es esto!
Un poema le digo.

(cuadro: William Blake)

domingo, 15 de mayo de 2011

Retrato de Tragedia

Son casi las doce. De la noche caen recuerdos como arañas, y un calor insoportable se prende de la cabeza, poniéndonos más húmedos, más salados. Las estrellas, tus amigas, como Bonzos están escribiendo tu nombre. Las veo girar, y sus carnes desprendidas, hacen nuevas estrellas; y sus corazones suben a otros espacios; como ofrendas amarillas.
Siempre he sido malo con las despedidas. Y tu olor a vino y chocolate, me está matando, mientras aquí en lo táctil el viento sopla retazos tuyos por todas partes, mis manos están rojas y tristes. 
La poesía ha de tener la dinámica de los torbellinos, me dijo Dios antes de hacerse una pepita blanca y sembrarse en la tierra.
El cuarto está más rojo que de costumbre. Y estoy sacándome trozos del corazón por la boca, para hacerte un avión del color del ocaso que riegue tus pechos amanecidos, cada una de mis células quisiera escapar de mi constitución y pegarse en las alas, en la cola, en la cabina de mando; para poder volar hemos de vaciarnos los huesos, prescindir de la mitad nuestros pensamientos. Pero no te olvido. De ahí que la longitud de tu espíritu sea elástica como los brazos de la muerte. De ahí las amanecidas apaciguando ese animal que me hace desconocido. De ahí la frustración y las noches en vela.
Este instante te extraña. Y soy la casa de playa después del Tsunami. Estoy desolado y tu color cae a la tierra como la tarde a los niños. Es tiempo de guardarse, mientras tanto, todos los capullos habitables ya fueron vendidos. Y me esfuerzo por avanzar entre tu retirada, a pesar que sé que me celas, que construyes desde tu castillo verde el momento de la caída. 
¡Bum! 
Te esperaba, pero no estaba preparado.


(cuadro: Andy Warhol)

viernes, 13 de mayo de 2011

Supongo que es el final

Vi el fin del mundo flotando como nube, quizá mancha o dios solar,
mientras tanto tú llamabas el norte y remando nubes, te desvanecías.
Y me declaro culpable. Yo maté esa estrella, yo lamí su tintura,
la hice oscura como el amarillo.
Por entonces yo era el falobelisco, que penetraba tu vientre nebuloso
y oscuro; y te hacía retorcer como lágrima.
Y lamento ser el enemigo,
                lamento ser el icneumónido;
lamento, además, ser ese cementerio que te obligaba a cruzar por las noches.
- Ábreme la puerta, vengo llamando horas. Isabel,
mis cigarros me están contando historias terribles,
y mis orejas saltan la ventana como palomas grises.
- Luis, he inaugurado un mar con tu nombre,
              acaso no te basta.
- Tráete un poco para acá, que los finales me dan una sed barbara.
- Estas jodido huevón, el mundo no gira en torno tuyo.
- Pero vente un poco más acá, que hueles fría, y yo hecho chispas de los ganglios.
Estrella dulce.
Ahora, escena de un ocaso marino.
Voy a romperme el zócalo, para que veas que soy enano.
Voy a arrancarte las manos para que no termines el cuadro
          para regalarte las mías.
                         Te propongo un final infinito
                                     ...




(cuadro: Salvador Dali)

martes, 3 de mayo de 2011

Heroína

yo:  soy un asco
soy como un leproso
apesto
lo siento
me humillo
si quieres
 mayra: yo seré Ben Hur y te sacaré de la fosa de los leprosos

martes, 26 de abril de 2011

Acá, no estoy

Es difícil hacerse un futuro como escritor; hay que ser constante y paciente. Nunca he sido nada de eso. Por el contrario, me desespero con facilidad y mi constancia es voluble, casi como mis estados de ánimo. Por eso me regodeaba creyendo en el talento y toda esa mierda. Pero me engañaba a mi mismo, tampoco soy talentoso.
Quizá no tenga futuro, aún así me divierte imaginarme como el revolucionario que los cela desde la oscuridad y el silencio esperando el instante del tiro. Pero, esto no es una revolución, ni si quiera hay guerra; peor aún, el enemigo no esta enterado. Bukowski, te equivocaste, hombre, son las tres y veintidós de algún sábado del 2011, estoy cansando de disparar al aire y esta no fue una pelea de peso pesado. Aquel que quiera ser escritor ha de estar bastante jodido, este oficio es para desesperados.
En fin... de qué podría hablar; la noche trae restos de otras noches, como maretazos de navajas y de cada cuchilla sale como una bala el olor de una mujer distinta. Podría servirme, pero no. No siempre se trata de poesía. No siempre tiene que tratarse de mujeres, tampoco. A veces las historias son pequeñas, tristes y patéticas. A veces solo nos sentimos miserables, y quedamos arrinconados, lamiéndonos la sangre como animales heridos. Entonces, abrimos la chaqueta y como un puta vamos mostrando lo que hay adentro... mucho hueso,  poca carne y bastantes heridas.

Mala suerte

Vi su dolor hacerse humano, tomar un cuchillo y apuntar mi corazón; una noche alevosa y roja, que me declaré culpable.

jueves, 14 de abril de 2011

A los rápidos del Lunahuana

Él estaba sentado, viendo como el bus hería el paisaje
a tajos
el viaje, el viento y el cielo lluvioso
            atrás
                        levantaban polvo en sentido contrario,
                                   aquel pueblo se fue para no volver
Él estaba sentado y el bus, como un microbio,
entró en su sistema
le obstruía las arterias
“está como la piel que dejan las víboras”, dijo el chófer
y el pasajero de al lado asintió mientras sus lagrimas se confundían con la lluvia
Y él reía
contando los remolinos que hacía el viento en las cabezas de la gente
sintiendo el vapor marino condensarse en los ojos de la multitud silenciosa
Y el reía
era una solida risa que rebotaba en las ventanas
pronto, sus carcajadas volvieron violentamente contra la creación
todos en ese bus estaban locos, menos él
que respiraba boca arriba, calando el aire costero
mientras, atónitos, los pasajeros lo miraban, lo auscultaban
lo tendieron cansado y desnudo
para estudiar su corazón
buscaron mal
él nació con el músculo repartido en ambos talones,
y estaban tan pisoteados, tan húmedos, tan recios, en efecto.
Y, estaba tan vital que el acto invasivo lo tenia sin cuidado
porque el río, que cuando ebrio de Pisco lo había llamado,
ahora gritaba adiós
y sus rápidos se alzaban como manos húmedas desde lo lejos
él sabía que no volvería,
y tumbado con la cabeza queriendo desprenderse de su columna,
con la columna queriendo abandonarle el cuerpo
incluso con su cuerpo queriéndolo desolar
sintió las gotas de Lunahuana lamiendo sus ojos,
arrancándole la mejilla
mientras el cielo volvía a ser sucio
y una leve convulsión le decía bienvenido a casa.

(cuadro: Giorgio de Chirico)

martes, 29 de marzo de 2011

John Cooper Clarke - I don't Want To Be Nice

El poeta del punk y un himno. Para qué trova amanerada si hay Cooper Clarke, yeah !


Here he comes now....
The fast fingers, the expert eyes
And the same old 'how'd you do'
Disgust is just his dumb disguise
He wants a word with you

His problems are the end
His mouth needs exercise
The last thing I need is another friend
I don't want to be nice

I don't want to be nice
I think it's clever to swear
Better seek some sound advice
Better look elsewhere

Your face is an obvious case
You shouldn't put it about
This is neither the time nor place
To sort these matters out

What you see is what you get
You only live twice
A friend in need is a friend in debt
I don't want to be nice

No we never met before
I'm very happy to say
Far from perfect strangers
I'd like to keep it that way

I'm not your psychoanalyst
I'd rather talk to mice
You're so easy to resist
I don't want to be nice

I don't want to be nice
I think it's clever to swear
Better seek some sound advice
Better look elsewhere

Your face is an obvious case
You shouldn't put it about
This is neither the time nor place
To sort these matters out


What you see is what you get
You only live twice
A friend in need is a friend in dept
I don't want to be nice

No es un poema

El amigo del astro perfumado, el que te sostenía en las agujas de su vudú, se marcho la  misma tarde que te quedaste llorando la dirección de sus huellas. Tu Dios muerto se llevó la temporada del río y esos malecones -su epíteto dibuja nuestro paso por algún camino desaparecido- después de esa ultima borrachera lo habría exhumado, aún oliendo a alcohol y lagrimas, y légamo para sus manos lo pudo hacer piedra. Busca bajo los arboles, entonces... que el sol lo hacía amargo, que bebía las sombras como té frío. Si no, ve búscalo en el alma turbia del agua, búscalo que de seguro lo llama el río
Ve búscalo, ahora que estoy intoxicado. Alguien llame un doctor que mis muertos me están matando, que me cuelgan los muslos del techo y mi corazón oscila como una gota negra.
Ve búscalo, que está desolado. Pero ten cuidado, la Regla de Ocha hiere más que el azote, y el oculto -a quién mi digestión ha enterrado- volverá a sujetar la cuerda del tiempo, entonces, no habrá espacios en esta tierra criminal para encontrarte.


(cuadro: Basquiat)

sábado, 26 de marzo de 2011

Las noche se ve bonita desde mi ventana.

A) Hay personas que nunca nacen, a pesar de estar vivas; entonces son las sombras de sus manos, y nosotros somos la tela blanca donde se recrean, porque ellos mismos no se han inventado, ni se han descubierto, sino cumplen correctamente la función óptica de la materia de sus cuerpos. Existen nuestras pupilas, nuestros iris, nuestra lagrimas, no ellos.

B) Hay personas que nacieron y a pesar de no cumplir sus funciones vitales. Sus espíritus en silencio tejen la noche. Aquellos desfilan al rededor del cielo blandiendo espadas de colores y en sus brazos llevan escritos tantos nombres... ni ellos saben cuantos tomaron sus caminos y se concluyeron perdidos.

C) Para todos los demás hay otro limbo, además de este. Uno mayor, que no es como una casa, ni como aquellas cuevas que dejamos antaño. Es, más bien, terrible y cada salida es una entrada, cada entrada es una salida y mientras uno va, está volviendo hacia uno mismo un dolor distinto que duele de ida y vuelta, Y la muerte entra de imprevisto cogida de aparejos, y saluda risueña acariciándose la barriga. Es donde, los corazones saltan de los cuerpos como mariposas rosadas a causa de la enemistad de la sangre con la sangre. Aquello no es un lugar, ni una guerra, es una carnicería. De ahí que Jesús sabiamente los hermanara con los bovinos, animales estúpidos y trágicos que engordan para el matadero.

Sabado 26 de Marzo / 20:50 hrs

Ella dijo: "por ti seria capaz de caminar entre arboles de higo a mitad de la noche; con perros aullando y gatos maullando tristemente; en un pueblo embrujado y abandonado. Me enfrentaría a todos mis miedos con tal de poder volver a verte, y no se si lo comprendas, pero de esa forma te amo.

...Y me sentí Bonzo; ahora te entiendo 'Estrellita', el amor es un incendio o una confrontación. También te amo Isabel.

jueves, 24 de marzo de 2011

vaya... se llama Adele

 

Herman Melville - Art


In placid hours well-pleased we dream
Of many a brave unbodied scheme.
But form to lend, pulsed life create,
What unlike things must meet and mate:
A flame to melt--a wind to freeze;
Sad patience--joyous energies;
Humility--yet pride and scorn;
Instinct and study; love and hate;
Audacity--reverence. These must mate,
And fuse with Jacob's mystic heart,
To wrestle with the angel


miércoles, 23 de marzo de 2011

Cuando mi peor cuento me salvó la vida.

Han fumigado la casa. Nadie me avisó. Por el contrario, me dejaron dormir sabiendo que estaba en mi cuarto. Probablemente querían acabar conmigo, y el tema con los ácaros era pura bulla. Me levanté pensando actualizar mi blog (pese que nadie lo lee) y algo pesado se sentía en el ambiente del cuarto, además de la música, reconocí un aroma aceitoso que se volvió denso en mi lengua, luego los pulmones comenzaron a picarme.

Cuando bajé el volumen del reproductor escuche pasos y un sonido a chisguete. Abrí la puerta y ahí, frente mio, un tipo negro cargando veneno en algo así como una mochila, su traje era cómico, semejaba un astronauta y disparaba algo parecido a una pistola de agua sobre la puerta de mi cuarto, luego mis pies. Demonios, dije.
Está resuelto: quieren matarme. Todo cobró sentido, incluso la conversación que ayer tuve con papá, cuando le oí hablar de la necesidad de acabar con "esa plaga", y yo mala sangre e iluso asentí; incluso le ayude buscando números telefónicos de exterminadores de plagas en la guía.
Demonios, olía mal y comencé a marearme. Trate de bajar las escaleras torpemente. Me sacaron la uña del dedo gordo del pie derecho hace solo dos días, de modo que caminar me es dificultoso. Casi me resbalé en las escaleras, pero no pasó nada grave, solo me golpeé el dedo herido y grite un poco por el dolor.
Mientras yo trataba de reponerme, el exterminador avisaba por la ventana del segundo piso (contigua a la de mi cuarto), que había terminado su trabajo... que era cuestión de tiempo. Mi viejo esperó al tipo en la puerta con un billete gordo. El trato fue rápido e impecable. Yo todavía intentaba bajar, cuando el carro del tipo negro, un 'station wagon' blanco, arrancó. Mi viejo, que tenía el carro afuera, con la vieja y mi hermanita adentro, también arrancó; sin olvidar cerrar la puerta (como era obvio). Entonces, subí a mi cuarto, olía al demonio, el aire se hacia a cada momento más pesado. Llamé a mi chica, me dijo toma leche. Le agradecí. Pero era un cuarto para la medianoche, la temperatura está bonita, la luna escondida, las luces se ven hermosas. Sería un buen momento para morir, pensé; además sigo siendo intolerante a la lactosa. "Ser o no ser". me complació mi resolución Hamletiana. Y decidí escribir algo para mantenerme en mi cuarto y permanecer distraído. Pero estoy triste, y no porque ahora se que mis viejos quieren acabar conmigo del mismo modo que con los ácaros, si no porque siento que si este fuese mi último cuento me defraudaría a mi mismo. Por primera vez en mi vida... mi mala literatura me salva la vida. En fin, Iré a respirar mejores aires, que este escenario me está matando. Probablemente mañana si los sorprenda.

martes, 22 de marzo de 2011

Atlas

Sabes caminar con las manos
mientras me dices: "no rías que lloro"
Mas eres tu quien dormida
cree dejar sus pasos sobre la copa de los arboles
Mas eres tu quien cansada
cree prenderle la sangre a los perros

Tu abres mi garganta
Y me pones otra a tu ritmo

Por eso, te temo terriblemente

Eres dual como un hombre entre dos caminos
Cuando corres a mis manos
Cambias la dirección de las estaciones
Levantas arco iris entre el polvo
Mientras, te aplaudes complacida
Y soy yo tratando que sonrías
                el arcoiris
                         el polvo
                                 el mundo
                                      el hombre que te sostiene.

sábado, 19 de marzo de 2011

Sobre el infierno a los 23

Eras una bomba
Y caíste saltando tus distancias
En que destiladera remojas tu corazón, pensé
Tu golpeabas las paredes
Por ti, el cuarto se llenó de grillos
Roían las esquinas de la noche
Mientras tus piernas escribían adiós

Antes de soltar la bestia en que te habías convertido
Me hiciste esconder las botellas en tu armario
El tiempo muerto no limpió la suciedad del pasado
Por el contrario, me sentaste a darme de beber mi sangre
A deshilvanar la tristeza que me cosía las intersecciones
Y me diagnosticaste enfermedad en las enfermedades
Yo que estaba contento me veía desconsolado
Limpiando con los ojos la tragedia consumada
En vano mi piromancia te acusaba
Te delató tu sexo atropellado
Era tarde y en torno tuyo, todo lo mio estaba esparciéndose
dividiéndose, incendiándose, marchándose
Sin posibilidad de retorno.


viernes, 18 de marzo de 2011

Lodger - I love death



Waking ten times to take a piss
you can taste the cancer in my morning kiss
Scratch the rash on my back, perfect bliss
you want a life companion and you're getting this

men can get a few dimes
and man can get it up few times

men can get a few dimes
and man can get it up few times

You have to look away at my every meal
inconvenient, but that's the deal
This is what we've become when nothing's real
mental wounds that never heal

men can get a few dimes
and man can get it up few times

men can get a few dimes
and man can get it up few times

man can get a few dimes
and man can get it up few times

man can get a few dimes
and man can get it up few times

martes, 8 de marzo de 2011

Algún fragmento de Altazor

...
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
     Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
     Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir porque ése es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
     Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
     Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
     ¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.

lunes, 7 de marzo de 2011

Paz

Una noche, como hoy
me reconcilié conmigo
y me vi la sonrisa a través de una botella

jueves, 3 de marzo de 2011

En Pie

Debimos conocernos en invierno
Cuando el calor es un hombre muerto
Y tu cuerpo inundado de sangre
Como un cisne enfermo navega el ocaso.
Debimos conocernos en la misma trinchera
Donde tú, azul y hecha una con la tarde
Apagabas cócteles molotov con los dientes
Y en mi boca amalgamaba bombas nucleares
Entonces te confundirías con el cielo
Y volverías como ave
Para hacerte un nido
Debí conocerte mucho antes
Cuando te habías rendido
Y colgabas tu corazón para lanzarle dardos
Lo reitero, debimos conocernos en ese vértice del año
Para ser caníbales como las nubes
Entonces nuestros hijos hubieran sido grises como cristales
Y hablarían el idioma de los témpanos y los esquimales
Debimos conocernos, entonces,
Y tú, cueva, o arbol
O pajaro, o nido
Aguardarías en tus espacios
Mis incendios, mis proyectiles
Con amor


oh... si

Para qué estar triste
si tengo una sonrisa de reserva
un cigarrillo
y un traje impermeable en el corazón.
Para qué estar triste
si tengo los planos de esta espera
si la noche me aguarda
para arrullarme
abriendose los senos como madriguera
y su alma es pura y oscura
y está dolida y sangrante.
Para qué estaría triste yo
si la luna suelta su corazón etílico sobre mi pecho
y rodamos como antaño
cuando me enseñó a buscar desaparecidos
y yo la aullaba
tanto como niño, como jauria
Y para qué estaríamos tristes
si ellos trabajan en ello;
su violencia, sus alianzas, sus traiciones
Para qué
si hay tantas lagrimas en el piso
y el mundo casi es un océano
sin naves en ventas.

lunes, 28 de febrero de 2011

Sobre la poesía


El poema es un conjuro
Ha de tener la quietud de los tifones
Morder como las bombas nucleares
Y demoler como primavera
Es un recipiente de plagas
En consecuencia, una canción dulcísima
Y huirá el universo, cuando el poema se haya ido
“Camisa de fuerza” dicen las estrellas
Porqué el poema es una partera desquiciada
Que concilia en no-lengua
El lenguaje de la madre y el hijo
El poema ha de girar sobre su propio eje
Y construir rascacielos
Y propagar suicidios
Y enamorar muchachas
El poema, para ir, tiene que volver sobre sus pasos
Tiene que latir para ser un incendio
Y tiene que doler, para estar consumado
El poema tiene que venir con cola
Con cómplices, con víctimas
Con heridas y glorias.
El poema es la mano inventándose
Ha de contener más piruetas que el circo
Y ser sobrio como un pelícano
Necesariamente, el poema regurgita en sus hijos
Y les siembra tempestades
Porque el poema canta y la lluvia se hace rio
Donde el poema cae
Cae una bomba
Al poema ha de sangrarle la semilla negra como al ababol
Porque tiene que resumir la simpleza del ilusionista
Y contener la respiración de los arboles
Y  mostrarles la muerte a los niños
Y no ser inolvidable para ser recordado.


domingo, 27 de febrero de 2011

Dentro mio, estoy ahogando un paisajista.

Viaje (las estrellas también cumplen febreros)


Sentada, tu respiración acaricia
Nuestros caminos
Como una madre su pródigo
Y yo hecho mono
Caigo mil veces del techo
Para que aprendas a dispararme
Párate, vamos a cultivar nuestro dolor
Como tempestades
Que sentada conjuras la violencia de los vientos
 Y el techo está escapando
 Ya casi muerde las blancas nubes
Que solían ser tus muslos
O tus lágrimas.

Sentada, tejes niños en tu vientre
Que almorzaré
Y de mi boca saldrán grillos
Para hacer cimiento a la noche
Párate, vamos a sacarle sangre negra al café
Que la tarde está deliciosa
Párate, vamos a saborear nuestros golpes
Que las estrellas están cantando Aleluya
Apura, que tu Dios me desgarra los ojos
Párate mientras tenga cabellos
Por favor párate
Que tengo listo el océano
Que escondí los cuchillos bajo tierra
Que te espero cargando una nave amarilla.


sábado, 26 de febrero de 2011

acto de sinceridad 2

Esta noche
He construido una escalera
Para venderle heridas a la luna
Porque no soy artista
Sino traficante
Porque no soy más poeta
Que carpintero
Sin embargo
Habrá quienes me lean
Y concuerden conmigo
Aún así
No estoy de su lado.

Parafraseando a Picasso
Comercializamos nuestra sangre
De ahí que, cuando abro mi baúl
Me duele en las entrañas lo que saco
He ahí el arte, la magia, la poesía
Y también
Todo lo contrario.

martes, 15 de febrero de 2011

Victoria

A primera impresión:
Victoria perdió, la incineraron al mediodía.
Felix la vio, la luz de su carne lo hizo llorar.
Alfredo, el viejo, se rebalsó y tuvo que salir.
Yo estaba lejos, en camino.
Victoria dejó, mejor dicho se llevó, el alma consigo.

Dónde fue Victoria, y su mirada de farol.
Dónde fue Victoria, la solitaria.
Dónde fue Victoria y su sonrisa amapolar.
Dónde fue Victoria adusta cuando de niño me malcriaba.
Dónde fue Victoria que sabía a cedrón.
Dónde fue Victoria que yo amaba.
Quizá plantada en algún cerro.
Quizá atravesando lo lejano en llamas como un cometa.
Quizá sobrevolando la atmósfera, plateada como los aviones.

Porque la verdad es que:
Victoria ganó, sus mejillas le paralizaron la sonrisa.
Y de la luz de su carne se hizo un planeta.
Y de lo inundado acaeció un oasis.
Victoria ganó, solo que ha tomado otro color, otro cuerpo.
Victoria ganó, a pesar de lo corrosible de la carne.
Victoria ganó, sembrándose a si misma.
Victoria ganó.
Así le pese a ese mala sangre,
María Fernanda llora, ensució los pañales,
y sus ojos son grandes como dos espejos.


- QEPD Victoria Narváez Durand-

Acto de sinceridad

Había visto a mi otro yo
Esa tarde
Fría y deliciosa
Cruzar un arco de sangre
Hacia tu corazón
Solitario, me sentaba
Por las tardes
Para recibir
La sofocación, la exuberancia
De aquellas noches
No volveré a verme así
Y eso me atormenta
Y eso me espanta
De esas borracheras
De esas tardes
De esos cuartos
De esas horas
De estos días
Que pasan arrastrándote
Sobre mí
Por eso la estaba pasando así
De borracho
Como una barca de bárbaros
Yo era el berserker primero en morir
El que llevaba un oso en el corazón
Yo era el suicida
Así de violento
Llega un punto
En que nos hacemos diagonal
Y despegamos
En que ni la felicidad
Nos puede hacer sonreír
En que ya no sentimos un costado
Y es siempre el costado que preferíamos
Crecer consiste en ir matando partes nuestras
Luego cambiarlas por otras
Ajenas
Entonces
Tome a mi otro yo
Y lo lleve lejos
Y lo traje cerca
Al otro lado de la acera
Habían muerto muchos
Quisieron cruzar
En una avioneta de papel
Sobre el tiempo
Sobre la selección
Sobre el problema de la especie
Naturalmente, el ser pierde
Su homeostasis
He aquí el sentido de la vida
La amaine del dolor

La ataraxia es como tirarse de un tejado
Y ver en el mismo segundo que una flor muere
Una flor que nace
Y ser el hombre que besa el suelo.